En la
mitología griega, los
Cercopes (en
griego Κερκωπες
Kerkôpes) eran traviesas criaturas de los bosques que vivían en las
Termópilas o en
Eubea, pero vagaban por el mundo y podían aparecer en cualquier lugar donde ocurriesen travesuras. Eran dos hermanos, pero sus nombres cambian —Pásalo y Acmón, u Oíos y Euríbato, o Silos y Tribalos— dependiendo del contexto, si bien suelen ser considerados hijos de Tea y Océano, y por tanto espíritus antiguos. Eran proverbiales mentirosos, tramposos y brillantes truhanes (Luciano,
Alejandro o el falso profeta).